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30 enero 2011

De tiros largos

No puede ser, esto de tener la costurera de guardia en casa permanentemente ya os digo que no es nada bueno, y sobre todo cuando en casa tienes unas nenas tan presumidas.



Toda la semana se ha pasado Lizzie Victoria con un soniquete en la boca tipo "un dos tres,un pasito p'alante María", solo que ella le cambió la letra.."un dos tres, quiero una falda larga Mamita...un dos tres...la necesito ya".





Alineación a la izquierda



Al final siempre consiguen de mi lo que quieren. Ahora tengo un dilema, plantearme no darles todos los caprichos o...contratarla una gira de conciertos ...

¿Vosotras que haríais?

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22 enero 2011

Lizzie tengo...

Puedes pensar que estas a salvo, creer que eres inmune, que tu voluntad es invulnerable, tus sentimientos inexpugnables, y que tu voluntad es férrea pero...

...bastara una inocente mirada, un pequeño atisbo de curiosidad o un ¿por qué no, que puede pasar? Será entonces, justo en ese momento, cuando te asomes a sus pequeños ojitos cuando ocurrirá.



Llegara envuelto en un pequeño murmullo de sus escondidos labios, y ya te habrá atrapado mientras suave y despacio susurrara en tu oído...Voy a robarte las llaves, las llaves de tu corazón.



Se acerca San Valentin, y Lizzie tengo las llaves de tu corazón” te estará esperando...

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16 enero 2011

Lizzie en Chanel

Estamos en rebajas ¡Qué bien! Pues no, y digo no porque cada vez que llega esta época me echo a temblar ¿El motivo? Pues no es otro que ella...


¿Habéis visto de donde son las bolsas que lleva? Pues imaginad. Ella no se conforma con ir a Zara, Mango o H&M como la mayoría nooooo, ella se va a Chanel.



Temblando estoy mientras espero que me lleguen los extractos de la Visa, ahora que esta vez os juro que le quemo la tarjeta.


09 enero 2011

Razón de amor





RAZÓN DE AMOR Versos 1104 a 1121

¡Cómo me dejas que te piense! Pensar en ti no lo hago solo, yo. Pensar en ti es tenerte, como el desnudo cuerpo ante los besos, toda ante mí, entregada. Siento cómo te das a mi memoria, cómo te rindes al pensar ardiente, tu gran consentimiento en la distancia. Y más que consentir, más que entregarte, me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas recuerdos en escorzo, me haces señas con las delicias, vivas, del pasado, invitándome. Me dices desde allá que hagamos lo que quiero —unirnos— al pensarte. Y entramos por el beso que me abres, y pensamos en ti, los dos, yo solo.

Pedro Salinas


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